La planificación patrimonial y sucesoria tiene la finalidad de expresar los deseos que una persona tiene sobre lo que quiere que se haga con su patrimonio tras su fallecimiento, así como dar instrucciones concretas en caso de que se encuentre en una situación de incapacidad, llevándolo a cabo mediante la ejecución y coordinación de las mejores estrategias legales.
Desde el punto de unos abogados especialistas en herencias, una planificación patrimonial siempre es necesaria, ya que permite dejar establecido el destino de su patrimonio, gestionando los cuidados personales que desee recibir llegado el momento y evitando futuros conflictos personales, familiares y patrimoniales. Si no dejamos instrucciones claras sobre del destino de nuestros bienes, tras nuestro fallecimiento, se distribuirán conforme establezca la ley, por lo que una planificación patrimonial y sucesoria previa es fundamental para que se respete la voluntad del fallecido.
Si bien siempre es muy importante realizar una planificación patrimonial y sucesoria, lo es especialmente en casos de familias reconstituidas, padres ancianos o enfermos, para asegurar la continuidad de una empresa familiar, o cuando hay conflictos familiares de importancia.